martes, 2 de diciembre de 2014

3 de diciembre

DÍA  INTERNACIONAL  
DE  LAS  PERSONAS  CON  DISCAPACIDAD

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra cada 3 de diciembre en todo el mundo de acuerdo a la resolución 47/3 de la Asamblea General, adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.
En 2014, la jornada se celebra poniendo el acento en la tecnología, bajo el lema “Desarrollo sostenible: la promesa de tecnología”.


MIL MILLONES DE PERSONAS

Según el último informe mundial sobre discapacidad publicado por la OMS y el Banco Mundial, más de mil millones de personas viven en el planeta con alguna forma de discapacidad y de ellas, casi 200 millones tienen dificultades considerables en su funcionamiento diario.
En este sentido, las organizaciones internacionales alertan de que en los años futuros la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, ya que todo hace prever que su prevalencia aumentará, debido al incremento también de la población mayor y de enfermedades crónicas como la diabetes, los problemas cardiovasculares, el cáncer o los trastornos mentales.
Sea como fuere, la realidad actual es que, en general, las personas con discapacidad tienen peor calidad de vida que el resto de los ciudadanos, ya que su acceso a la educación es menor y, como consecuencia, su inserción laboral también es más baja, lo que a su vez las condena a tener tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidad. 
Por este motivo, las organizaciones que representan a estos ciudadanos aprovechan el Día Internacional de la Discapacidad para reivindicar sus derechos y solicitar medidas que abunden en la mejora de la calidad de vida de este colectivo.

“Hagamos todo lo necesario para asegurar que las políticas, los programas, las directrices y las tecnologías del siglo XXI estén al alcance de las personas con discapacidad y tengan en cuenta sus perspectivas y experiencias.”
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas.




Mensaje sobre Literatura Infantil y Juvenil
Por la escritora Zunilda Borsani


Todos sabemos que en el mundo globalizado estamos perdiendo valores, sentimientos, emociones, creatividad y muchos elementos más que provocan en la personalidad de los niños, niñas y adolescentes, un vacío tremendo a la hora de pensar, de obtener un criterio, de ser justos, solidarios y desarrollar el sentido común. Todos o casi todos pensamos que nuestros niños, niñas y adolescentes no leen. ¿Leemos los adultos? ¿Leen los docentes, los padres? Los escritores, los docentes y los padres somos los referentes, el espejo donde suelen mirarse. Por qué entonces no los  acompañamos a esa aventura maravillosa que es un poema o cuento compartido. La Literatura Infantil/Juvenil no puede dedicarse solamente al divertimento. Desde mi punto de vista considero que la literatura va mucho más allá del divertimento. El placer de leer no solo está en contar lo divertido sino también en aquellas pequeñas cosas de lo cotidiano, de lo verdadero, porque leer es volar, imaginar, soñar, es visualizar imágenes, paisajes, colores, es viajar con los personajes de  las historias a diferentes lugares de la tierra o del espacio. Es placer de conocer,  investigar y examinar  los pensamientos y el propósito que llevó al autor a escribir de determinada manera. Es sensibilizarse frente a una obra,  emocionarse, es compañía, sustento del conocimiento. Es profundizar e interpretar y relacionar la propuesta del autor. Es dialogar en silencio con las palabras. Leer es interrogar y discutir sobre los temas leídos, cuestionar al autor, ser capaz de crear una crítica exhaustiva. Ponderar o rechazar la propuesta del autor. Leer nos da el poder de comprender los hechos reales o irreales de los protagonistas, el por qué se manifiestan de tal o cual manera. La lectura nos hace más fuertes y poderosos, por el conocimiento que vamos construyendo con los diferentes textos. En una palabra, el leer nos da la libertad de pensamiento, nos enaltece y nos protege de la ignorancia.  Leer es una de las maravillas de las cuales goza la humanidad, cuando tiene un libro entre las manos. Pero para que esto ocurra tenemos que cambiar nuestra mentalidad, porque para prepararlos para el futuro, debemos trabajar el hoy y el ahora, lo demás llega solo. Me encantaría que en las aulas todos los días y por el solo hecho del placer, se leyera un poema elegido por el docente o entusiasmar a los alumnos a traer a clase alguno que les guste. Otro de los elementos clave para lograr despertar sentimientos es el arte, que también puede integrar la Literatura, porque el arte también se lee. Cuando un niño, una niña o un adolescente describe mediante un dibujo algo, está plasmando su interior, podemos a través de ello descubrir parte de su historia, como así también la escritura que realizan forma parte de su realidad conjuntamente con la magia y la fantasía. Como dice Vigoskii, “La imaginación constituye una condición absolutamente necesaria para casi toda función cerebral del ser humano”, por este motivo la LIJ,  puede y debe ofrecer la más alta calidad en las palabras que utiliza, no a los diminutivos, solo en caso necesario para expresar un afecto, no  tratar a los lectores como tontos, porque ellos son creativos por naturaleza y debemos darles los incentivos necesarios para la reflexión y deducción de los relatos, descubrir el profundo misterio de las palabras del autor. En los poemas solo disfrutarlos y sensibilizarlos, el poema en sí les enseña la ética y estética. Las editoriales mandan y los escritores obedecen alejándose de esta manera de la realidad. Personalmente considero que la LIJ debe respetar al lector en todos los sentidos y contribuir a la formación de un individuo apto para el mundo de hoy. No debemos ser indiferentes a los lectores porque ellos integran e integrarán nuestro mundo y debemos darles lo mejor desde las palabras. Aprovechemos la tecnología para incentivarlos a leer y a disfrutar de lo leído. Por suerte hoy hay libros de literatura para niños que a través de la fantasía, muestran la realidad, sin tener que opacar sus mentes con elementos nocivos para el alma.