viernes, 3 de mayo de 2013

5 de mayo de 1813

Nace Søren Kierkegaard


"La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante."
                                                                                                                                                         Søren Kierkegaard
Pensamiento

Kierkegaard ha sido considerado filósofo, teólogo, padre del existencialismo, crítico literario, humorista, psicólogo y poeta. Dos de sus ideas más conocidas son la "subjetividad" y el "salto de fe". El salto de fe es su concepción de cómo un individuo cree en Dios, o cómo una persona actúa en el amor. No es una decisión racional, ya que trasciende la racionalidad en favor de algo más extraordinario: la fe. Además consideraba que tener fe era al mismo tiempo tener dudas. Así, por ejemplo, para tener verdadera fe en Dios, uno también tendría que dudar de su existencía; la duda es la parte racional del pensamiento de la persona, sin ella la fe no tendría una sustancia real. La duda es un elemento esencial de la fe, un fundamento. Dicho de otro modo, creer o tener fe en que Dios existe sin haber dudado nunca de tal existencia no sería una fe que mereciera la pena tener. Por ejemplo, no requiere fe el creer que un lápiz o una mesa existen, puesto que uno los puede ver y tocar. Del mismo modo, creer o tener fe en Dios es saber que no hay un acceso perceptual ni de ningún otro tipo a él, y aún así tener fe.

Kierkegaard también resaltó la importancia del yo, así como la relación entre el yo y el mundo, fundamentado en la reflexión y la introspección del yo. Argumentó en Apostilla conclusiva no científica a las «Migajas filosóficas» que «subjetividad es verdad» y «verdad es subjetividad». Esto tiene que ver con la distinción entre lo que es objetivamente cierto y la relación subjetiva de un individuo (como la indiferencia o el compromiso) con esa verdad. La gente que en algún sentido cree las mismas cosas, puede tener relaciones bastante distintas con esas creencias. Dos individuos pueden creer que hay mucha gente pobre que necesita ayuda, pero puede que este conocimiento sólo lleve a uno de ellos a ayudar a los pobres.

En cualquier caso, Kierkegaard discute principalmente la subjetividad en relación con los asuntos religiosos. Como ya se ha mencionado, argumenta que la duda es un elemento de la fe y que es imposible conseguir ninguna certeza objetiva acerca de doctrinas religiosas tales como la existencia de Dios o la vida de Jesucristo. Lo máximo que uno puede esperar sería la conclusión de que es probable que las doctrinas religiosas sean ciertas, pero si una persona creyera estas doctrinas sólo en el grado en que es probable que sean ciertas, él o ella en absoluto sería verdaderamente religioso. La fe consiste en la relación subjetiva de total compromiso con tales doctrinas.

Comunicación indirecta y autoría bajo seudónimo


La mitad de la obra de Kierkegaard fue escrita utilizando diversos seudónimos que él mismo creó para representar distintas formas de pensar. Esto formaba parte de la comunicación indirecta de Kierkegaard. Según varios pasajes de sus obras y diarios, tales como El punto de vista de mi obra como autor, Kierkegaard escribió de este modo con el fin de evitar que su obra fuera tratada como un sistema filosófico con una estructura sistemática. En el Punto de vista, Kierkegaard escribió: "En las obras escritas bajo seudónimo no hay ni una sola palabra que sea mía. La única opinión que tengo sobre esas obras es la que puedo formarme como tercera persona; ningún conocimiento acerca de su significado, aparte de como lector; ni la más mínima relación privada con ellas".

Kierkegaard utilizaba la comunicación indirecta para hacer difícil el saber si él defendía realmente los puntos de vista presentados en sus obra. Esperaba que los lectores simplemente leyeran las obras tal y como eran, sin atribuirles algún aspecto de su vida. Kierkegaard tampoco quería que sus lectores trataran sus obras como un sistema autoritario, sino que trataran de interpretarlas por ellos mismos.

Los primeros estudiosos de Kierkegaard, como Theodor W. Adorno, no dieron importancia a las intenciones de Kierkegaard y defendieron que toda la obra de Kierkegaard debía ser entendida como las opiniones personales y religiosas del autor. Este punto de vista llevó a muchas confusiones y contradicciones que hicieron que Kierkegaard pareciese incoherente. Sin embargo, muchos entendidos posteriores tales como los postestructuralistas, han respetado las intenciones de Kierkegaard e interpretado su obra atribuyendo los textos escritos bajo seudónimo a sus respectivos autores.

Los seudónimos más importantes utilizados por el filósofo, en orden cronológico:

  • Victor Eremita, editor de O lo uno o lo otro
  • A, escritor de muchos artículos de O lo uno o lo otro
  • Judge William, autor de refutaciones en O lo uno o lo otro
  • Johannes de Silentio, autor y Temor y temblor
  • Constantin Constantius, autor de la primera parte de Repetición
  • Young Man, autor de la segunda parte de Repetición
  • Vigilius Haufniensis, autor de El concepto de angustia
  • Nicolaus Notabene, autor de Prefacios
  • Hilarius Bookbinder, editor de Etapas del camino de la vida
  • Johannes Climacus, autor de Migajas filosóficas y Apostilla conclusiva no científica
  • Inter et Inter, autor de La crisis y una crisis en la vida de una actriz
  • H.H., autor de Dos pequeños tratados ético-religiosos
  • Anti-Climacus, autor de La enfermedad mortal y La práctica en el cristianismo